La Conferencia Episcopal Argentina cuestionó al gobierno por impulsar la ley del aborto en medio de la pandemia, donde los casos de COVID-19 no dejan de aumentar así como la pobreza tampoco.
El gobierno de argentina a través del poder ejecutivo tomó la decisión de enviar al Congreso el proyecto para legalizar el aborto. Por ello el ejecutivo de la Iglesia dice que es “insostenible e inoportuno cualquier intento de presentar y discutir una ley de estas características”.
Continúan diciendo los obispos “Nos preocupa todo cuanto pueda alejarnos de este compromiso por la unidad a favor del bien común o que pueda acrecentar la brecha que nos divide.” “Las últimas noticias sobre la inminente introducción del proyecto de Ley de aborto al Congreso Nacional nos sorprenden tristemente porque desalientan la búsqueda del encuentro fraterno e imprescindible entre los argentinos. Oscurece gravemente el horizonte que nos propone el Papa Francisco en su reciente Encíclica Fratelli tutti:”
Los obispos sostienen finalmente que “La pandemia nos ha alertado que el Estado debe velar por el cuidado de la «salud pública» es decir, el cuidado de la vida humana. No cuidar todas las vidas, toda la Vida, sería una falta gravísima de un Estado que quiere proteger a sus habitantes. Invitamos a la prudencia política para no desalentar la búsqueda de la máxima unidad posible en un cuerpo social herido por los desencuentros entre argentinos.”
Texto completo: https://episcopado.org/docs/2641/Declaracion-de-la-Comision-Ejecutiva.-221012020.pdf

Por su parte, las iglesias evangélicas, a través de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas de la República Argentina (Aciera) reaccionaron en términos similares cuestionando el proyecto del Gobierno a Favor del aborto.
«La pandemia no ha pasado. Estamos en cifras cercanas al millón de casos de Covid-19. Los sistemas sanitarios están colapsados en diferentes lugares del país, y con récord de muertes diarias, escalando a los primeros lugares del mundo», expresó la institución que reúne a varias iglesias del culto evangélico.
«Sin importar esta situación, las presiones de los grupos pro aborto y la decisión del Gobierno de impulsar la Ley, a pesar de que hace dos años el mismo Congreso de la Nación la rechazó por amplia mayoría, hace que nuevamente estemos frente a una discusión que solamente produce grietas en el país», concluye el pronunciamiento.
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