Normalmente no escribo sobre estas cosas, creo que es una perdida de tiempo, pero llevo meses viendo demasiadas estupideces y esta es de las mayores.
Sucedió en Brasil, en la parroquia São Geraldo Magela.
A alguien se le ocurrió que era buena idea que el Santísimo Sacramento entrase “volando” en lugar de con las aburridas procesiones y como al Señor Sacramentado no se le da bien volar, mejor usar un dron.
¿Se puede ser más tonto?
El resto de los fieles aplaude y vitorea la «ocurrencia»…
Estos hechos (y muchos más que vemos a diario) solo evidencian la falta de formación de los católicos y, sobre todo, la incomprensión por parte de la mayoría de que, en la hostia consagrada, esta REALMENTE presente Cristo.
Quizás el problema esta en la catequesis (lo creo firmemente) de niños. Intentar que un adulto comprenda y asimile la presencia real de Cristo en la eucaristía ya es difícil, que un niño de 8 o 10 años lo entienda es IMPOSIBLE.
Luego esos niños crecen, se convierten en católicos adultos y hacen entrar a Cristo en un dron…
No es distinto esto de cuando, por ejemplo, casi nadie se arrodilla en la consagración o ante la presencia del Santísimo en el templo (conozco incluso alguna parroquia que quitó los reclinatorios so pretexto de que la gente tropezaba con ellos…)
Hace unos días el cardenal Sarah (Prefecto de la Congregación para el Culto Divino) se lamentaba de que la gente ya no recibiera la comunión de rodillas… pero el problema no es de “posturas” sino de sentido.
¿Creemos realmente que Cristo esta presente en las sagradas formas?
En este caso de Brasil no me preocupa tanto el descerebrado que ideo la “entrada triunfal” sino el párroco que lo dejó hacer…
Paz y bien!
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