En el marco de su Visita a los hermanos de la Provincia San Felipe de Jesús en México, el Ministro general Fr. Michael A. Perry visitó el Hogar – Refugio para Migrantes La 72.
El nombre “La 72″ hace referencia al número de personas centroamericanas que fueron masacradas en el Estado mexicano de Tamaulipas en agosto de 2010. En el salón principal de la Casa se puede observar sobre la pared pintada en rojo, una grande cruz a la forma de la de San Damián, con una pintura en el centro de una fosa que representa a los migrantes asesinados. Y también sobre la misma pared se encuentran colgadas 72 pequeñas cruces, algunas de ellas con el nombre de algunos de los masacrados.
La Casa se encuentra ubicada en la ciudad de Tenosique, en el Estado mexicano de Tabasco, a pocos kilómetros de la frontera con Guatemala. Al momento de visitarla había en ella alrededor de ciento cincuenta migrantes y poco más de veinte voluntarios de ocho diversas nacionalidades, entre los que se cuentan tres hermanas Franciscanas Misioneras de María. En este lugar las personas migrantes “no sólo encuentran pan y colchón para dormir, sino encuentran el abrazo solidario, la bendición materna, el lugar donde las mujeres dan a luz y donde los sueños de una vida mejor se empiezan a hacer realidad” (Informe 2016). Desde su fundación en el 2011, La 72 ha dado refugio a más de setenta mil personas.
En La 72 se reciben no sólo a los migrantes que pasan por el lugar con el fin de llegar a Los Estados Unidos de América, se acogen también a víctimas de secuestro, de violencia de pandillas, de violencia sexual y a amenazados de muerte, delitos sufridos no sólo en los países centroamericanos, sino también en México. A todos ellos se les da asistencia humanitaria ofreciéndoles un lugar donde dormir, alimentación, ayuda médica y psicológica y asesoría legal.
Fr. Michael saludó a los migrantes allí presentes, y dialogó con los directivos y demás voluntarios, encabezados por Fr. Tomás González, fundador del proyecto, y animador del mismo. También pudo escuchar algunos testimonios de las experiencias dolorosas vividas por los migrantes. Felicitó a los voluntarios por la labor que realizan, alentándolos a continuarla sabiendo que, con su empeño, además de apoyar a tantas personas que por allí pasan, ponen los cimientos de una nueva civilización edificada sobre el amor. Finalmente, subrayó la importancia de La 72 como un espacio privilegiado para la formación de los Hermanos Menores y, en diálogo con el Ministro provincial, acordó proponerla como un espacio de formación y de servicio para los hermanos de las diversas Entidades de la Orden.
Después del encuentro en el Hogar – Refugio, el Ministro general fue trasladado a la granja agroecológica dependiente de La 72, la cual, además de servir para la realización de cultivos ecológicos, da trabajo temporal a algunos de los migrantes. En este lugar sembró una ceiba, árbol sagrado para los antiguos mayas, cuya altura y grandes raíces, lo hacían símbolo de la unión del cielo con la tierra y signo de vida, de grandeza, de bondad, de fuerza y unión.
Via OFM
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