La Oficina de Prensa de la Santa Sede dio a conocer la mañana de este viernes, 27 de diciembre, que el Papa Francisco ha nombrado Arzobispo Metropolitano de Santiago de Chile a Monseñor Celestino Aós Braco, O.F.M. Cap., hasta ahora Administrador Apostólico “sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis” de la misma Archidiócesis.
El nuevo Arzobispo de Santiago de Chile
Monseñor Celestino Aós Braco, O.F.M. Cap., nació en Artaiz, Archidiócesis de Pamplona (España), el 6 de abril de 1945. Completó sus estudios filosóficos en Zaragoza y sus estudios teológicos en Pamplona. Obtuvo la licenciatura en Psicología en la Universidad de Barcelona (España). Hizo su profesión religiosa temporal como franciscano capuchino el 15 de agosto de 1964 en Sangüesa y su profesión perpetua el 16 de septiembre de 1967 en Pamplona. Fue ordenado sacerdote en Pamplona el 30 de marzo de 1968.
Como sacerdote ha desempeñado posteriormente los siguientes cargos: en España fue profesor en Lecaroz – Navarra, vicario en Tudela, profesor en Pamplona y vicario en Zaragoza. Enviado a Chile en 1983 fue vicario parroquial de Longavi, Superior de la Comunidad de Los Ángeles, párroco de «San Miguel» en Viña del Mar, Superior de la Comunidad de Recreo, vicario episcopal de la Vida Consagrada de la diócesis de Valparaíso y, desde 2008, vicario parroquial de San «Francisco de Asís» en Los Ángeles, diócesis de Santa María de Los Ángeles.
Monseñor Aós Braco fue también tesorero provincial de los capuchinos en Chile, promotor de justicia del tribunal eclesiástico de Valparaíso, juez del tribunal de la Archidiócesis de Concepción y tesorero de la Asociación Chilena de Derecho Canónico. Nombrado Obispo de Copiapó el 25 de julio de 2014, recibió la ordenación episcopal el 18 de octubre siguiente. El 23 de marzo de 2019 fue nombrado Administrador Apostólico “sede vacante et ad nutum Sanctae Sedis” de la Archidiócesis de Santiago de Chile.
Una misión importante
El arzobispo tiene ante sí la misión de limpiar una Iglesia católica de la capital chilena salpicada fuertemente por las denuncias de abusos sexuales presuntamente cometidos por sacerdotes y acusaciones de encubrimiento de los antiguos responsables del Arzobispado, tanto su predecesor, el cardenal italiano Ricardo Ezzati, como previamente el cardenal Francisco Javier Errázuriz.
Hay también víctimas secundarias
«Buscaremos la Justicia, la verdad, la ayuda a los denunciantes, a las personas que sufren. Porque no solamente en esos casos está la persona que es víctima directa, sino que hay también víctimas secundarias, que puede ser su entorno familiar», afirmó Aós.
El nuevo arzobispo de Santiago reconoció que se han vivido y todavía se viven «momentos de precariedad» en la archidiócesis y que «no siempre se puede responder con la celeridad que se quisiera» a los casos de abusos sexuales ocurridos.
«Todos buscamos la felicidad y que se respete nuestra dignidad. Tenemos que aprender a respetar la dignidad ajena. Cuando ha habido esa vulneración, porque somos imperfectos y débiles, y puede haber caídas, deficiencias y delitos incluso, tiene que actuar la Justicia«, dijo Aós.
Explicó que todavía no tiene claro el plan que llevará a cabo en la Iglesia capitalina ya que apenas ha pasado tiempo desde su nombramiento por parte del papa Francisco.
Pero matizó que esperan que los procesos abiertos «no se demoren» para que las víctimas que «están sufriendo y pasando por situaciones complicada» puedan hallar justicia.
223 personas vinculadas a la Iglesia bajo investigación
Según la última actualización del balance del catastro de investigaciones que publicó la Fiscalía Nacional de Chile a mediados de diciembre, actualmente son 223 personas vinculadas al clero las que están bajo investigación, en un total de 159 causas abiertas.
Estas investigaciones implican a 271 víctimas afectadas, de las cuales 120 eran menores en el momento que ocurrieron los hechos.
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