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Portada del periodico local.

En su saludo tras ser designado Administrador Apostólico en la diócesis de Osorno, el obispo auxiliar de Santiago, fray Jorge Concha Cayuqueo OFM, señaló:

“Yo les haría un llamado a todos, sin excepción, a católicos a los no católicos; a todos los amigos y amigas de Osorno; y muy particularmente a los católicos, a poner de cada uno lo mejor de sí para colaborar y empeñarnos en construir vínculos de comunión, de unidad, de amistad. Eso es bueno para cada uno, es bueno para la comunidad católica, pero en general es bueno para toda la sociedad”.

«Tenemos que acercarnos y escuchar más a las personas»

Fray Jorge, el primer obispo chileno de ascendencia mapuche, lamentaba, al ser nombrado obispo, que tendría que dejar de vivir con sus hermanos frailes.

En su adolescencia leyó una biografía de San Francisco de Asís y quedó impactado: “San Francisco trató de ser siempre fiel a su intuición y yo creo que lo logró en gran medida; el logró ser libre hasta el final” decía en su primera entrevista como obispo al diario Encuentro de Santiago.

Mons. Jorge Concha OFM, en la cárcel de mujeres.

A finales de los 80, recién ordenado, se fue a vivir a una población del Cerro Navia, donde los camiones del gas no entraban y el pan de cada día escaseaba. El único almuerzo seguro de los niños del poblado era la olla común que preparaban en la capilla Maximiliano Kolbe. El hoy Administrador Apostólico de Osorno recuerda aquellos años como el momento de mayor libertad evangélica en su vida como sacerdote.

De aquellos años conserva su recuerdo más doloroso: cuando un joven de 14 años murió en sus brazos, mientras lo llevaba al hospital, luego de haber recibido un balazo de los Carabineros durante una protesta.

Fray Jorge es un hombre comprometido, un fraile fiel al carisma y que ahora ha recibido del Papa Francisco una dura tarea: reconciliar a Osorno con la Iglesia.

Con información del Arzobispado de Santiago.

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