Fray Néstor, Sacerdote Capuchino, logró conjugar su amor por el Evangelio y su pasión por las motos. Él vive en México D.F. y domingo tras domingo, con su casco y campera, sube a la moto y parte a llevar el evangelio a las calles de la ciudad.
Amante de la motocicleta, en sus recorridos dominicales, cuando la ciudad está en silencio y más calmada, Fray Néstor Wherko, enciende su cámara que tiene en el casco y comienza a hablarnos de Dios, nos trae la buena nueva, el Evangelio.
Recorramos la historia de Fray Néstor, quien desde pequeño quiso ser capuchino, “usar el hábito café con cordón blanco” y Así fue transcurriendo su niñez y primer juventud profundizando las huellas de Francisco y Clara de Asís hasta hacer su “Clic” cuando tenía 17 años y se encuentra con la vida de Alejandro Labaka, Obispo capuchino español. Fue “la gota que llenó su corazón” y así inició su formación con los Frailes.
Nos comparte fray Néstor que para llegar a su comunidad debía viajar a través del río en canoa todo un día y si se quedaban sin gasolina o se chocaban algo del rio como un tronco, árbol o fallaba algo, el viaje podía durar varios días más.

Uno de sus primeros destinos fue la Amazonía ecuatoriana, el mismo lugar donde el Obispo Labaka murió lanceado por los hombres de la tribu huaorani, entre quienes evangelizó durante 25 años.
“Ese tiempo de misión lo ayudo a descubrir que todavía nuestro mundo necesita muchas personas de buena voluntad que quieran entregar su vida por el Evangelio”, nos dice Néstor.
Años más tarde continuó su servicio ministerial como diácono y sacerdote sirviendo a los habitantes de las zonas marginadas de Cancún, donde aprendió a utilizar la motocicleta como su principal medio de transporte.
“La zona donde está nuestra casa, es una zona humilde, donde están los marginados, los recién llegados en busca de sus sueños. Es un lugar de conflictos, violencia, alcoholismo”.
Ahí, la motocicleta era el medio de transporte por excelencia y, por ello, comenzó a utilizarla, pues le permitía acceder a zonas donde no llegaba el automóvil. En poco tiempo se convirtió en parte de su vida y, ahora, también de su ministerio.

Hoy Fray Néstor vive en la Parroquia de la Inmaculada y San Pio, es secretario provincial de la Orden Capuchina y presidente de la Conferencia Franciscana de México, el organismo que reúne a toda la familia franciscana en el país.
Un nuevo proyecto – Las ‘Motomilías’
Dice fray Néstor, “estamos llamado a la nueva Evangelización, pero “no se trata de cambiar el mensaje, sino de buscar nuevas formas de llevar el Evangelio. Esta es la misión que hemos recibido todos y no podemos quedarnos sordos ante este llamado”. Entonces me surgió esta pregunta “¿Y cómo yo voy a predicar el Evangelio de una manera creativa, diferente, y que pueda llegar a mucha gente?

Así nació las ‘Motomilías’. Compartir el mensaje de Cristo con una homilía diferente, y con un mensaje sencillo y breve, pero muy concreto;”
Comenzó entonces su canal de Youtube, donde las “Motomilías” se convirtieron en una nueva manera de predicar el Evangelio como lo hizo Labaka, pero ahora entre otras ‘tribus’, las urbanas, las que habitan también en la aldea global y que son parte de la casa común. Fray Néstor habla a su audiencia de Jesús mientras los lleva a dar un paseo a bordo de su motocicleta que, para él, es más que un simple medio de transporte.
“Es parte de la filosofía del motociclista: si la moto no está en movimiento te caes, y así es también la vida, tienes que estar moviéndote para crecer. Me gusta sentirme libre, a comparación de otros medios de transportes como el metro o el carro”.
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