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Reproducimos a continuación la carta de la hermana Mabel Noemí Castán, fmmdp, Presidenta de la Familia Franciscana de Argentina.

“Una mirada fresca sobre un mundo nuevo».

Pero me pregunto… ¿Cómo hizo nuestro amado hermano Francisco para llegar a este profundo conocimiento de la presencia eterna e inextinguible del amor y de la misericordia de Dios en el mundo, en la propia vida y en el universo creado?

 ¿Qué sucedió en su interior que le permitió ver cara a cara acontecimientos de violencia, odio, guerra y destrucción, de explotación abusiva de los seres humanos y del medio ambiente natural, sin quedar atrapado en la desesperación ni perder el sentido de la bondad que tienen todas las cosas que existen?”

(Fragmento de la homilía del Ministro General OFM Michel Perry. Basílica de San Francisco, 4 de Octubre de 2017)

Vivimos con profunda preocupación los últimos acontecimientos sucedidos en algunas regiones de nuestro país, marcados por una gran violencia. Tras el reclamo de los pueblos originarios, por el reconocimiento de sus derechos según la Constitución Nacional y la recién prorrogada ley N° 26.160, como Familia Franciscana de Argentina no podemos ignorar la pregunta que formuló el Ministro General de la Orden de Frailes Menores en la homilía de la celebración del pasado 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís.

“¿Qué sucedió en su interior que le permitió ver cara a cara acontecimientos de violencia, odio, guerra y destrucción, de explotación abusiva de los seres humanos y del medio ambiente natural, sin quedar atrapado en la desesperación ni perder el sentido de la bondad que tienen todas las cosas que existen?”

Tras los hechos ocurridos el pasado sábado 25 de Noviembre en Villa Mascardi, de la localidad de San Carlos de Bariloche, nos dolemos profundamente con la familia de Rafael Nahuel, el pueblo de Bariloche, la comunidad Lafken Winkul Mapu y el Barrio Nahuel Hue.

A pesar de nuestra distancia física, experimentamos la cercanía real y concreta de sabernos hermanos en el mundo, habitando juntos nuestra “Ñuke Mapu”.

Queremos hacer expresa nuestra disensión con la violencia, el abuso, el dominio y el silencio; y manifestamos con certeza nuestra creencia profunda en el diálogo, en la búsqueda de la paz y de acuerdos que sean beneficiosos para las partes que intervienen.

Adherimos a la voz del Obispado de Bariloche cuando afirma que

“Ningún tipo de violencia, ni en los reclamos ni en las respuestas a los mismos es nunca, ni lo será, una solución, sino un agravamiento de los conflictos existentes. La primera víctima de la violencia es la paz y la concordia entre las personas. En éste caso concreto el sagrado derecho a la vida y la integridad de las personas”.

Nos distanciamos de cualquier hecho de silencio y muerte y sostenemos importante que se creen más espacios de comprensión y diálogo. La “muerte matada” (Pedro Casaldáliga, Obispo de la Prelatura de São Félix do Araguaia), no es una opción para nosotros, porque no lo fue para Jesucristo, puesto que desde el momento en que “se hizo hombre”, nada de lo humano nos debe ser indiferente.

El dolor y el vaciamiento humano ante una vida arrancada lo sufren tanto quienes la padecen, como aquellos que la ejecutan. Debemos ser signos claros y proféticos de la Vida. ¡Siempre!

Así como para San Francisco de Asís no es posible un mundo donde no reine la verdadera búsqueda por la paz, por carisma original, tampoco lo es para nosotros. La exclusión social, la marginación, el abuso de poder ostentan contra ella. Por lo tanto, como Familia Franciscana, seguidores del evangelio según nuestros hermanos Francisco y Clara, queremos expresar que nos desorienta tanto conflicto y división social, pero a la vez somos conscientes de que no podrá ser diferente hasta que no haya un cambio concreto en la forma de vivir y concebir a los otros, muchas veces distintos.

La Diócesis de San Carlos de Bariloche, mediante su pastor Mons. Juan José Chaparro se manifestó por medio de un comunicado oficial. Cada uno de nosotros, desde nuestros lugares, nos unimos a estas palabras expresadas y comulgamos con el deseo y la urgencia de lograr encontrar espacios que den lugar a que reclamos y necesidades ignoradas y desoídas durante décadas, sean escuchados.

Nos alegra profundamente la noticia de que en el día de ayer (27 de noviembre) se haya constituido una mesa de diálogo, que sin duda acerca.

Es un claro signo de la enorme necesidad que tenemos como sociedad de buscar la unidad y la paz de todo nuestro pueblo. Una verdadera democracia debe incluir a todos; y mediante la resolución de este conflicto, sabemos que saldremos todos fortalecidos y más unidos, dentro de nuestras diferencias. Son más las cosas que nos unen, que las que nos separa.

¡Que San Francisco nos siga interpelando para que podamos devolver la dignidad a quienes la marginalidad se las robó!

¡Qué nuestros caminos estén guiados por el Evangelio de nuestro Señor Jesucristo, bajo el amparo de Nuestra Madre de Luján y por el testimonio de sus siervos Francisco y Clara Asís!

¡Paz y Bien!

Hna. Mabel Noemí Castán, fmmdp

Presidenta

Familia Franciscana de Argentina

28 de noviembre de 2017

 

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