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»Durante mi estadía como estudiante en Alemania, soñaba con producir cerveza de monasterio. Pasó mucho tiempo antes de que recibiera la aprobación de mis hermanos para esta empresa», recuerda fray Tomislav Glavnik, de la parroquia de San Antonio de Padua en Zagreb quien está detrás de la idea de una de las primeras cervezas artesanales de monasterio en cervezas en Croacia: S.anto.

Que los frailes produzcan cerveza no es nuevo, algunas de las mejores cervezas artesanales del mundo provienen de monasterios franciscanos belgas, pero esta práctica aún es extremadamente extraña en Croacia.

Hace unos meses, Tomislav Glavnik y sus hermanos presentaron su nueva cerveza al público, durante la fiesta de San Antonio de Padua. Durante su presentación, los frailes indicaron que querían crear otro valor agregado a su monasterio centenario y decidieron comenzar una empresa comercial con el propósito de comercializar la cerveza.

»Queremos ser un ejemplo para los demás, hacer todo de manera transparente y de acuerdo con la ley. Al igual que cualquier otra empresa de responsabilidad limitada, pagamos regularmente todos los impuestos estatales y fiscales», señaló.

Este no es el único negocio que tienen estos franciscanos. Dentro de su convento, cultivan uvas a partir de las cuales producen vino para su propio uso y tienen un pequeño jardín, cuyos frutos se sirven en la cocina pública a diario. Además la parte alta del convento se transformó en habitaciones para estudiantes de escasos recursos.

»Tenemos muchas posibilidades aquí, esperamos construir un nuevo espacio que tendrá unas sesenta habitaciones pronto. Queremos destinar los ingresos por ventas de cerveza a nuestra cocina pública, pero también a estudiantes y becas estudiantiles«, agregó.

Fray Tomislav destacó que su objetivo nunca fue obtener ganancias. Aunque la cerveza está siendo producida y embotellada actualmente por una cervecería artesanal en el área de Zagreb, planean comenzar su propia planta en un par de años más o menos, lo que dará empleo a personas se dedicarán al desarrollo posterior del proyecto, con la estrecha supervisión del monasterio, por supuesto.

A pesar de que su nuevo trabajo solo está en sus inicios y hasta ahora solo han producido 12.600 litros de cerveza, el padre Glavnik agrega con una sonrisa que su contador ya les ha dicho que son buenos empresarios porque ya no tienen deudas.

La cerveza S.anto por el momento solo se vende en su parroquia en botellas de un tercio a un precio de 14 kuna (1,90€). En unos días, comenzarán a expandir su mercado, de modo que su producto se pueda encontrar en algunos de los bares de Split, así como en Novalja y en Šibenik.

«Durante siglos, los frailes de todo el mundo han estado produciendo vino, cerveza, queso, miel y muchos otros productos, no veo ninguna razón por la que no podamos hacer lo mismo aquí en Croacia», concluyó.

Con info de novac.hr

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