Su entrega y compromiso a los que que menos tienen, los mas humildes, hicieron del Obispo Pedro Casaldáliga, un signo de Dios en el Pueblo. Obispo Emérito de la Prelatura de San Félix de Araguaia (Mato Grosso) y Misionero Claretiano.
Dios se hace presente en cada uno de nuestros corazones invitándonos a dejarlo todo y seguirlo, en esta entrega generosa todos respetamos y admiramos la presencia y el acompañamiento cercano que tuvo «don Pedro» a Las comunidades mas vulnerables de la amazonia. Hoy nos hacemos presentes con este sentido poema.
Don Pedro Casaldaliga: Poeta, Profeta, Pastor y hermano de pueblos.
Don Pedro, Padre y Doctor de la Iglesia latinoamericana.
Don Pedro, inspiraste a muchos hombres y mujeres, no te imaginaste a cuántos corazones llegarías.
Don Pedro, tu palabra y gesto inspiraban luchas por la justicia, la dignidad y la vida de los más desfavorecidos.
Don Pedro, inspiraste a tantos discípulos y discípulas de Jesús a ser fieles al evangelio y a los pobres, creyendo en una Iglesia pobre de los pobres y sencillos.
Don Pedro, impulsaste a caminar y solo seguir caminando, siendo una Iglesia itinerante, despojada y anunciadora de la paz con justicia.
Don Pedro, inspiraste con tu presencia sencilla, cercana y audaz a tantos pueblos en luchas y resistencias.
Don Pedro, amigo y defensor de la Amazonía, de los pueblos originarios y la biodiversidad de la CASA COMÙN.
Don Pedro, me inspiraste como discípulo de Jesús, a escribir poesía y oraciones con la libertad y el fuego del Espíritu.
Don Pedro, hoy resucitas en estos pueblos y en nuestros corazones latinoamericanos.
René Arturo Flores, OFM
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