APRENDIENDO A RELACIONARNOS Y A COMPROMETERNOS CON LA VIDA.
Novena con énfasis en el cuidado de la casa común (Laudato Si).
Oración para todos los días (Oración franciscana por la paz).
¡Señor, haz de mí un instrumento de tu paz!
Que allí donde haya odio, ponga yo amor;
donde haya ofensa, ponga yo perdón;
donde haya discordia, ponga yo unión;
donde haya error, ponga yo verdad;
donde haya duda, ponga yo fe;
donde haya desesperación, ponga yo esperanza;
donde haya tinieblas, ponga yo luz;
donde haya tristeza, ponga yo alegría.
¡Oh, Maestro!, que no busque yo tanto
ser consolado como consolar;
ser comprendido, como comprender;
ser amado, como amar.
Porque dando es como se recibe;
olvidando, como se encuentra;
perdonando, como se es perdonado;
muriendo, como se resucita a la vida eterna.
DÍA OCTAVO: Nuestro compromiso con la alabanza.
*Texto bíblico:
Proclama mi alma la grandeza del Señor,
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador;
porque ha mirado la humillación de su esclava.
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones,
porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí:
su nombre es santo,
y su misericordia llega a sus fieles
de generación en generación.
Él hace proezas con su brazo:
dispersa a los soberbios de corazón,
derriba del trono a los poderosos
y enaltece a los humildes,
a los hambrientos los colma de bienes
y a los ricos los despide vacíos.
Auxilia a Israel, su siervo,
acordándose de la misericordia
como lo había prometido a nuestros padres
en favor de Abrahán y su descendencia por siempre. Lc 1,46-55
*Mensaje del papa Francisco por medio de su encíclica Laudato Si (Alabado seas):
Por otra parte, San Francisco de Asís, fiel a la Escritura, nos propone reconocer la naturaleza como un espléndido libro en el cual Dios nos habla y nos refleja algo de su hermosura y de su bondad: «A través de la grandeza y de la belleza de las criaturas, se conoce por analogía al autor» (Sb 13,5), y «su eterna potencia y divinidad se hacen visibles para la inteligencia a través de sus obras desde la creación del mundo» (Rm 1,20). Por eso, él pedía que en el convento siempre se dejara una parte del huerto sin cultivar, para que crecieran las hierbas silvestres, de manera que quienes las admiraran pudieran elevar su pensamiento a Dios, autor de tanta belleza. El mundo es algo más que un problema a resolver, es un misterio gozoso que contemplamos con jubilosa alabanza. (LS 12)
*Compromiso:
La alabanza se genera en descubrir en los hombres, en las mujeres y en toda la creación la majestad, la belleza, la trascendencia, el poder, la bondad y la realeza de Dios. La invitación es a no ser indiferentes ante las maravillas que se encuentran dentro y fuera de nosotros. Para alabar y glorificar al Creador debemos potenciar la contemplación que se basa en la admiración de la belleza, el silencio, la acción, la novedad, la compasión y la fraternidad.
Gozos (Cántico del Hermano Sol de San Francisco de Asís):
/Dulce Jesús mío,
mi niño adorado/,
/ven a nuestras almas,
ven no tardes tanto. /
Altísimo, omnipotente, buen Señor,
tuyas son las alabanzas, la gloria y el honor y toda bendición.
A ti solo, Altísimo, corresponden,
y ningún hombre es digno de hacer de ti mención.
Loado seas, mi Señor, con todas tus criaturas,
especialmente el señor hermano sol,
el cual es día, y por el cual nos alumbras.
Y él es bello y radiante con gran esplendor,
de ti, Altísimo, lleva significación.
Loado seas, mi Señor, por la hermana luna y las estrellas,
en el cielo las has formado luminosas y preciosas y bellas.
Loado seas, mi Señor, por el hermano viento,
y por el aire y el nublado y el sereno y todo tiempo,
por el cual a tus criaturas das sustento.
Loado seas, mi Señor, por la hermana agua,
la cual es muy útil y humilde y preciosa y casta.
Loado seas, mi Señor, por el hermano fuego,
por el cual alumbras la noche,
y él es bello y alegre y robusto y fuerte.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la madre tierra,
la cual nos sustenta y gobierna,
y produce diversos frutos con coloridas flores y hierba.
Loado seas, mi Señor, por aquellos que perdonan por tu amor,
y soportan enfermedad y tribulación.
Bienaventurados aquellos que las soporten en paz,
porque por ti, Altísimo, coronados serán.
Loado seas, mi Señor, por nuestra hermana la muerte corporal,
de la cual ningún hombre viviente puede escapar.
¡Ay de aquellos que mueran en pecado mortal!:
bienaventurados aquellos a quienes encuentre en tu santísima voluntad,
porque la muerte segunda no les hará mal.
Load y bendecid a mi Señor,
y dadle gracias y servidle con gran humildad.
Oración a la Virgen María (autor: San Francisco de Asís).
Santa Virgen María,
no ha nacido en el mundo entre las mujeres
ninguna semejante a ti,
hija y esclava del altísimo Rey sumo y Padre celestial,
madre de nuestro santísimo Señor Jesucristo,
esposa del Espíritu Santo:
ruega por nosotros,
junto con el arcángel san Miguel
y todas las virtudes del cielo
y con todos los santos,
ante tu santísimo Hijo amado,
Señor y Maestro. Amén.
Oración a San José (Himno del Oficio de Lectura de la solemnidad de San José).
Custodio providente y fiel del Hijo,
amor junto al Amor por todas partes presente,
silencio del que ve la gloria inmensa
de Dios misericordioso.
Esposo enamorado de la Virgen,
la mente ante el misterio reclinabas,
rosal inmaculado que florece,
es obra del Señor a quien amabas.
Callada voluntad en Dios perdida,
amor hecho mirada de confianza,
fiel en el trabajo y en la prueba,
provéenos de amor y de esperanza.
Protege la asamblea de los justos,
reunidos en la fe, cuerpo de Cristo;
sé padre que nos lleve a nuestro Padre,
amor del gran Amor que nos da el Hijo. Amén.
Oración al Niño Jesús.
Acuérdate, ¡oh dulcísimo Niño Jesús!, que dijiste a la Venerable Margarita del Santísimo Sacramento: “Todo lo que quieras pedir, pídelo por los méritos de mi infancia y nada te será negado” (vamos a elevar en silencio una súplica al Niño Jesús por alguna necesidad). Llenos de confianza en Ti, ¡Oh Jesús, que sois la misma verdad, venimos reconociendo que somos pecadores! Ayúdanos a llevar una vida santa, para conseguir una eternidad bienaventurada. Nos entregamos a Ti, ¡oh Niño misericordioso! seguros de que no quedará frustrada nuestra esperanza, y de que, en virtud de tu divina promesa, acogerás nuestra súplica. Amen.
CANTOS
- Noche de paz.
Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
sólo velan mirando la faz
de su niño en angélica paz
José y María en Belén
José y María en Belén
Noche de paz, noche de amor
Llena el cielo un resplandor
en la altura resuena un cantar:
os anuncio una dicha sin par
que en la tierra ha nacido Dios
hoy en Belén de Judá
Hoy en Belén de Judá
Noche de paz, noche de amor
Todo duerme en derredor
sólo suenan en la oscuridad
Armonías de felicidad
Armonías de paz
- El Tamborilero.
El camino que lleva a Belén
baja hasta al valle que la nieve cubrió.
Los pastorcillos quieren ver su Rey,
le traen regalos en su humilde zurrón
al Redentor, al Redentor.
Yo quisiera poner a tus pies
algún presente que te agrade, Señor,
más Tú ya sabes que soy pobre también
y no poseo más que un viejo tambor.
En tu honor frente al portal tocaré
que con mi tambor!
El camino que lleva a Belén
voy marcando con mi viejo tambor,
nada hay mejor que yo pueda ofrecer,
su ronco acento es un canto de amor
al Redentor, al Redentor.
Cuando Dios me vio tocando
ante Él me sonrió.
- Vamos, vamos pastorcitos.
vamos, vamos, vamos, vamos pastorcitos,
vamos, vamos, vamos a Belén
y veremos todos al Dios del amor con el perfume del alma
y los homenajes de la adoración (bis)
en el portal de Belén, hay estrellas, sol y luna
/la Virgen y San José/,
y el niño Dios en la cuna.
Vamos, vamos, vamos, vamos pastorcitos (bis)
Entre tanto San José
lo acaricia en sus brazos
/y la Virgen María/
lo acaricia en su regazo
Vamos, vamos, vamos, vamos pastorcitos (bis)
Pastorcitos, ¡gran noticia!
grata nueva os voy a dar
/que tres reyes del oriente/
se dirigen al portal
- Pastores, venid.
En el portal de belén
hay estrellas, sol y luna
la Virgen y San José
y el niño que está en la cuna
Coro:
Pastores venid
pastores llegad
adorad al niño
adorad al niño
que ha nacido ya (bis)
Ábreme tu pecho niño
ábreme tu corazón
que hace mucho frío afuera
y allí solo hallo calor
Coro.
Al niño miró la Virgen
a la Virgen San José
al niño miran los dos
y se sonríen los tres
Coro.
No sé si será el amor
No sé si serán mis ojos
más cada vez que te miro
me pareces más hermoso
Coro
- Campana sobre campana.
Campana sobre campana,
y sobre campana una,
asómate a la ventana,
verás el Niño en la cuna.
Coro:
/Belén, campanas de Belén,
que los Ángeles tocan
qué nueva me traéis?/
Recogido tu rebaño
a dónde vas pastorcillo?
Voy a llevar al portal
requesón, manteca y vino.
Coro.
Campana sobre campana,
y sobre campana dos,
asómate a esa ventana,
porque ha nacido Dios.
Coro.
Campana sobre campana,
y sobre campana tres,
en una Cruz a esta hora,
el Niño va a padecer.
- Los peces en el río.
La Virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
y el peine de plata fina.
Coro:
Pero mira cómo beben los peces en el río
Pero mira cómo beben por ver al Dios nacido
Beben y beben y vuelven a beber
Los peces en el río por ver a Dios nacer.
La Virgen se está lavando
y tendiendo en el romero
los pajaritos cantando
y el romero floreciendo.
Coro.
La Virgen se está peinando
entre cortina y cortina
los cabellos son de oro
y el peine de plata fina.
- Burrito sabanero.
Con mi burrito sabanero
voy camino de Belén,
con mi burrito sabanero
voy camino de Belén.
Si me ven, si me ven voy camino de Belén
si me ven, si me ven voy camino de Belén
El lucerito mañanero ilumina mi sendero,
el lucerito mañanero ilumina mi sendero
Si me ven, si me ven voy camino de Belén
Si me ven, si me ven voy camino de Belén
En mi burrito voy cantando,
mi burrito va trotando,
En mi burrito voy cantando
mi burrito va trotando
Si me ven, si me ven voy camino de Belén
si me ven, si me ven voy camino de Belén
Fray Manuel Alfonso Vargas Reales OFMCap.
Autores y/o documentos consultados:
Documento de Aparecida. V Conferencia General del Episcopado de América Latina y el Caribe.
Eloi Leclrec OFM. El Cántico de las Criaturas.
Fernando Uribe OFM. El Proceso Vocacional de Francisco de Asís.
Leonardo Boff. San Francisco de Asís, ternura y vigor.
Papa Francisco. Laudato Si: Sobre el cuidado de la casa común.
Ratio Formationis de los Hermanos Menores Capuchinos.
San Francisco de Asís, Escritos y biografías, Documentos de la Época.
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