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Los pueblos originarios y sus tradiciones llegan a nuestra época. El Karaí (señor) Octubre es, según la creencia popular, un duende que sale todos los 1 de octubre a recorrer las casas y ver quiénes tienen suficiente comida.

Esta leyenda-tradición surge del pueblo guaraní, tiene su centro en Paraguay, pero la creencia se ha extendido también en Argentina (Corrientes, Formosa y parte del Chaco y Santa Fe).

El Karaí Octubre es un duende inspector que va mirando si la gente sembró y trabajó durante el año y supo guardar para los meses en que no hay cosecha (octubre – noviembre). Ese día al pasar por las casas debe comprobar si hay suficiente comida y que se comparta con sus vecinos. A quienes no cuidaron y se desabastecieron, el Karaí Octubre los castiga con miseria hasta fin de año y a los que tienen para convidar los premia con abundancias.

Es por esto que los guaraníes recibían el mes de octubre con un delicioso y suculento yopará, similar a un locro, con la intención de conjurarlo, ya que este duende no se queda en los lugares donde hay abundancia.

Según la tradición, octubre es el mes en que escasean los alimentos: la mandioca, el maíz y otros productos vegetales son más difíciles de conseguir en el campo. Por eso, el día 1 se come puchero con locro, poroto, arroz y verduras en abundancia, el muy famoso “karaku jopará” (huesos de vaca mezclado con todo). Así con la panza llena se tiene la escapatoria para no hacer esfuerzos después de almuerzo. Esto asegurará la abundancia en la cocina durante todo el año.

Esta herencia cultural, nace de una economía de reciprocidad, de un modo de compartir los bienes que tienen nuestros aborígenes; lo que hay es propiedad común, es de todos y debe alcanzar para todos. Como usar la naturaleza, “la madre tierra”, familiarmente con  responsabilidad para que alcance lo que producimos. Aquí hay un modo de convivir que no va con la cultura del descarte.

Quien recurre a sus raíces y su memoria puede valerse hoy de herramientas para enfrentar este gran octubre en que se ha transformado nuestra esta situación nacional, y porque no latinoamericana, pero que bueno la solución es compartida.

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